Lectura conjunta: Mangaka. Lágrimas en la arena (María José Tirado)

Publicado por… María y Carmen R

Título: Mangaka. Lágrimas en la arena

Autor: María José Tirado

Editorial: Vergara

Nº de páginas: 384

Precio: 17,00 €

Carla Monzón es una mangaka hentai una dibujante de cómic manga con contenido sexual que a sus escasos veinte años se siente de vuelta de todo. Su padre la abandonó cuando era pequeña, y debe cuidar de su madre, que sufre alzheimer precoz. El único amor de su vida la rechazó poco antes de que un suceso terrible trastornara su capacidad de relacionarse con los demás, quizá para siempre. Pero su vida está a punto de cambiar. De forma inexplicable, Carla cae a un río y cuando está a punto de morir ahogada es rescatada por Eric Serra, un atractivo subinspector de policía. Eric será la primera persona a la que deberá convencer que ha vuelto de su encuentro con la muerte con un inesperado don: es capaz de soñar con los últimos instantes de la vida de una joven asesinada cuya muerte sigue aún sin resolver. Así comienza la gran aventura de Carla, una chica llena de piercings y tatuajes que se reinventará a sí misma, mientras su corazón se debate entre el recuerdo de su primer amor y la atracción que siente por el hombre al que acaba de conocer y que está dispuesto a darlo todo por ella.

Hace ya tiempo que teníamos pendiente esta lectura y pensando en nuestras próximas lecturas conjuntas, nos decidimos aventurarnos con él, ya que al leer su sinopsis nos llamó mucho la atención.

El libro nos sorprendió de manera grata desde el principio, ya que nos gusto mucho la originalidad de la historia y su protagonista tan atípica saliendo de los cánones comunes a los que estamos acostumbrados.

Este libro nos cuenta la historia de Carla Monzón una chica que ha tenido una infancia muy dura que ha hecho que sea una persona solitaria y que no demuestra sus sentimientos. Al poco de ir avanzado en la historia, la protagonista descubre que tiene un don especial que es lo que hace que el desarrollo de esta novela resulte muy intrigante.

En cuanto a personajes, nos gustó mucho la protagonista, Carla, una chica joven identificada como chica del hentai (Sí, sí manga erótico jajaja), muy independiente con una estética poco convencional, ya que su estilo entra en lo gótico-punk pero sin perder el toque femenino y con unos tatuajes que no pasan desapercibido, sobre  todo para el protagonista masculino, Eric Serra, aquí si entramos en lo típico, ya que nos encontramos con un hombre varonil, muy atractivo y que es el subinspector de policía que sacará de quicio a la protagonista, de hecho nos reímos mucho con los diálogos entre los protagonistas.

La narración de la historia es muy fluida, ya que hace que te metas enseguida en la trama, con unos diálogos muy divertidos y una historia diferente a lo que esperas encontrar.

Durante el curso de la historia, se va desarrollando una relación amorosa, que al principio nos gustó pero que finalmente nos acabó disgustando, ya que lo que creíamos que iba a ser acontecimiento secundario en la historia al finalizar la novela se convierte de repente en la parte principal del argumento quitándole toda la importancia de golpe a lo que creíamos que era la guinda del pastel en esta historia. No nos esperábamos ese cambio tan brusco, siendo además en los últimos capítulos, por lo que esa parte le quitó toda la chispa a la historia mostrándonos de nuevo la típica historia de amor u obsesión de no poder vivir el uno sin el otro (¡¡No puedo respirar sin él!!) después de conocerse de dos días.

Resumiendo, el final fue para nosotras como una jarro de agua fría, dejándonos con ganas de conocer algunos aspectos de la historia que no se terminan de solucionar, por lo que echamos en falta un epílogo donde se desarrollaran aquellos acontecimientos sin resolver. 

En definitiva, os recomendamos la lectura de “Mangaka” porque tiene una historia peculiar que te mantendrá en vilo hasta el final, incluso esperas encontrarte con una secuela y seguir descubriendo casos de la mano de estos protagonistas tan distintos pero que a su vez empatizan casi a la perfección.

    

¡Un besito!

María y Carmen R.